En Riviera Maya existen unos árboles mágicos poco conocidos por los viajeros. Los que han presenciado la experiencia, aseguran que al tocar uno de ellos la piel empieza arder y para recuperarse utilizan el antídoto de su árbol hermano. Aunque suena un poco descabellado, es cierta toda esta información. Si te topas con ellos, acude con un guía de turista para evitar algún daño en tu piel.
El Chechén y Chacá son los arbustos tropicales que describí en el párrafo anterior. Si quieres conocer la historia, a continuación te la contaré.
Hace miles de años, dos hermanos vivían juntos, uno se caracterizaba por ser despiadado y el otro era lo opuesto. Un día, iban caminando rumbo a su hogar y observaron a una bella mujer pasando a unos metros de ellos. Al verla se enamoraron y no pudieron contener su amor por ella.
La mujer, al saber que ambos la amaban, no sabía a quién elegir, así que los hermanos tuvieron la necesidad de enfrentarse para ver quién sería el que se casaría con ella. Los registros indican que la batalla entre ellos fue feroz y se derramó mucha sangre. Al final nadie venció y ambos murieron.
Al fallecer, sus almas fueron trasladadas al inframundo, donde los dioses los estaban esperando para el juicio de sus destinos. Los hermanos pidieron volver a la vida, pero los jueces rechazaron la petición. Ellos insistieron de nuevo y esta vez les fue concedido el deseo aunque ya no serían humanos, sino una parte de la naturaleza. Ellos aceptaron y se les devolvió la existencia en forma de árboles que actualmente se encuentran en Quintana Roo.
El hermano violento fue transformado en el árbol Chechén y el bueno, en Chacá. La historia de amor tuvo un final inesperado; al poco tiempo la bella mujer falleció de tristeza y suplicó en el inframundo que le devolvieran la vida. Los dioses la transformaron en una hermosa flor blanca que abunda en la región de Riviera Maya.
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