En innumerables ocasiones cuando hablamos de cuevas repletas de petroglifos y pinturas rupestres nuestra imaginación se transporta al ancestral continente africano, sin detenernos a pensar siquiera en la posibilidad de encontrar una de estas cavernas en nuestro país.
¿Dónde? en la Ruta Puuc, llamada así por el estilo arquitectónico que usaron los antiguos mayas, una región en la Península de Yucatán, que posee una serie de yacimientos arqueológicos.
Las Grutas de Loltún, cuyo nombre significa Flor de Piedra, Lol – (Flor) Tun – (Piedra), es el sistema de cavernas más grande de Yucatán; consiste en 850 m en dirección norte sur, 500 m este a oeste y 60 m de profundidad. Es un lugar que fue habitado incontables ocasiones por generaciones que datan desde 9,000 a.C. hasta 1,500 a.C., donde se han encontrado tanto piezas arqueológicas de cerámica, piedra y petroglifos de la cultura maya, así como restos de mamut, bisonte y grandes felinos.
La visita de la Ruta Puuc se puede hacer en un día; es preferible iniciar con Loltún ya que es la única zona que tiene horarios específicos de visitas guiadas.
Comenzamos la visita, adentrándonos en la jungla, donde encontramos el famoso bajo relieve de “El Guerrero de Loltún”. Dentro de las grutas podremos encontrar formaciones peculiares como “La Catedral”, “La Galería del Cañón”, “La Mazorca de Maíz” y el cuarto de las Columnatas que nos muestra una espectacular vista de impresionantes estalactitas de miles de años que al tocarlas generan sonidos musicales, un hecho tan sorprendente como mágico a la vez, en lo personal es una maravilla que nunca dejará de asombrarme.
Conforme nos internamos en la cueva, el clima desciende tornándose realmente fresco, aquí yace la respuesta a la elección de nuestros antepasados del Preclásico por estas grutas como refugio antes los continuos cambios de clima. Al llegar al punto medio, encontramos el registro de los antiguos habitantes en ese hogar: una firma grabada en roca por cientos de años, las manos marcadas en negativo sobre la roca. Sin buscarlo o no, los mayas una vez más lograron trascender en un lugar tan oculto a la vista, que el hecho de explorarlo no sólo supone un reto, sino también la renovación de nuestra capacidad de asombro.
El camino de regreso a la superficie es guiado por pequeños brotes de luz, poco a poco muestran la colorida y sonora selva que rodea este único lugar.
De esta manera finaliza un increíble viaje por el tiempo en el hogar de nuestros antepasados, en una época donde el ser humano y la naturaleza le daban significado a la palabra coexistir.
Qué llevar
- Repelente de mosquitos
- Sombrero o protector solar
- Agua
- Cámara fotográfica
- ¡Cuidado con llevar tripié!, no permiten su uso en ninguna zona arqueológica a menos que pagues un impuesto por producción de video
Cómo llegar
Por la carretera federal no.180. Desde Ticul, utilizar la carretera no.184 hacia Oxkutzcab.
Es posible llegar en transporte público.
Servicios
Estacionamiento, sanitarios y visitas guiadas.
Horario
9:30 a.m. a 4:00 p.m.
Admisión general: adultos, $105 pesos; nacionales, $78 pesos; y menores de 13 años, $6 pesos.
Photo credit: David Curry