Escaparse del frío de invierno de Philadelphia es toda una aventura, sobre todo cuando quieres celebrar las fiestas decembrinas con las personas que amas. El año pasado mi mujer y yo organizamos a dos familias enteras (la suya y la mía, incluyendo padres, hermanos y respectivas familias) para pasar vacaciones de Navidad en la Riviera Maya.
De las muchas opciones que revisamos en el proceso de planeación, la mejor fue Grand Velas por dos razones muy importantes:
- Debíamos cubrir muchos gustos en un solo lugar, pues algunos de nosotros viajábamos con adolescentes, otros con niños pequeños, algunos más en plan de pareja, o adultos.
- La comida debía ser sobresaliente, pues somos Foodies irremediables.
Suites
Este maravilloso resort tiene tres ambientes en uno. Nosotros elegimos Zen Grand por tenerlo todo al alcance de la mano: Spa, club para adolescentes y una alberca apartada para alejarse un poco del ruido. Mis hermanos se hospedaron en Ambassador, que tiene una alberca con actividades frente al mar. Mis padres y suegros lo disfrutaron mucho en Grand Class, que tiene una alberca exclusiva para adultos.
¿Qué disfrutamos más?
Las actividades para toda la familia con cine al aire libre, shows en vivo, la casita de jengibre de tamaño natural que está en la entrada principal, el taller de Santa para los chicos y todo el programa de invierno que organizan: hamsterball en piscina, rallys, piñatas, tirolesa y pared de escalar. Los adolescentes también tienen actividades solo para ellos, como concursos de talento, torneos de jenga gigante, noches de disco, magia y karaoke.
Mientras los más jóvenes lo pasaban muy bien, los grandes disfrutábamos con catas de tequila, vinos, cervezas y clases de cocina.
Lo que nos sorprendió:
Al momento de reservar, nos dieron la opción de ser recibidos con un arbolito de Navidad e incluso elegir los regalos que queríamos que estuvieran decorándolo a nuestra llegada.
La cena de Navidad tiene uno de los mejores pavos rellenos que ninguno de nosotros hubiera probado jamás. La receta es del chef principal: Michel Mustière, que nos contó que lleva 8 años perfeccionando la técnica del que hemos catalogado “el mejor pavo”.
¡Fue tan placentera la experiencia que este año reservamos nuevamente para vacaciones de Thanksgiving! (esta ocasión mi esposa e hijos únicamente).
Reseña compartida por John Thompson
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