Una fiesta para sentir a México en la piel

Una fiesta para sentir a México en la piel

Desde niña me han fascinado las fiestas mexicanas, me parece que es un momento para disfrutar sin importar la edad y hasta la fecha me traen recuerdos entrañables de mi infancia. En mis últimas vacaciones de verano tuve la oportunidad de vivir una que literalmente me hizo sentir a México en la piel y en el corazón.

Viajamos a Riviera Maya en familia y nos hospedamos en Grand Velas, uno de los mejores resorts Todo Incluido en los que me he podido quedar, porque además de tener un excelente servicio, también ofrece muchísimas actividades para todas las edades ¡por lo que nunca te aburres!, y una de ellas fue la fiesta mexicana.

Fiesta mexicana en Riviera Maya

Celebrar a México con todos los sentidos

¿Porqué me emocionan tanto las fiestas mexicanas? Por el orgullo que siento de pertenecer a este país tan rico en cultura, tradiciones y arte; desde el arte culinario hasta las danzas regionales y el canto que entonan los mariachis. Son el espacio en el que todos los mexicanos manifestamos la dicha de ser parte del espíritu alegre de su gente, del legado que han dejado tras de sí a lo largo del tiempo nuestros antepasados. Y no importa la época del año, porque ser mexicano no se celebra solo un día, sino siempre, pero indudablemente ahora que estamos por celebrar el Día de la Independencia, este sentimiento emerge con más fuerza.

Baile regional de México

La cita en esa noche especial fue en el jardín Zen, un claro en medio de la selva maya, con un enorme árbol de ceiba en el centro. La decoración con guías de luces, papel picado y motivos mexicanos fue la inspiración de muchos de los asistentes para sacar la infaltable ‘selfie’. Los puestitos de comida me recordaron a las kermesses a las que solía ir de niña: elotes, esquites, tacos, marquesitas –ese tradicional postre de la península de Yucatán que asemeja una crujiente crepa con el relleno de tu preferencia–, quesadillas y muchísimo más.

La esencia de nuestro país

En el escenario, bailables de diferentes estados de nuestro bello país y el mariachi hicieron que la piel se me enchinara, sintiéndome privilegiada de haber nacido mexicana; la velada se volvió aún más especial con juegos típicos como canicas, lotería, toro mecánico y otros que siempre están presentes en las ferias, como tiro al blanco con los que acumulé algunos ‘panchólares’ que intercambié por lindísimos recuerdos como artesanías (y algún antojito más).

Baile típico de México

Me encantó ver cómo los huéspedes de otros países se quedaban admirados con tanto colorido, con tantas muestras de arte; y creo que este apoyo a artistas y artesanos locales es digno de admirarse en un hotel que busca traer un poco de nuestro bello México con la hospitalidad que nos caracteriza.

Baile regional mexicano

¿Mi parte favorita? El pintoresco pajarero o pajarito de la suerte –una de las curiosidades en las ferias que tanto le gustaban a mi abuelo– que me obsequió un papelito que leía: “Un viaje te espera pronto”.

Pajarito de la suerte en Riviera Maya

Yo solo espero que ese viaje sea para visitar la Riviera Maya una vez más y su bellísima gente.

Verónica Toro

 
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